Código de ética y buenas prácticas editoriales

Nuestro código de ética y buenas prácticas editoriales se adhiere a las expuestas en las normativas de COPE.

Del cuerpo editorial

El editor y los miembros del Consejo Asesor y Comité Académico deben mantener una confidencialidad absoluta sobre los materiales recibidos y las discusiones relativas a la toma de decisiones.

Todos los nombres, datos personales y direcciones de correo electrónico introducidos en la revista América Latina en la Historia Económica se utilizan exclusivamente para los fines de edición declarados en este código de ética, por lo que no estarán disponibles para ningún otro propósito o persona. Los editores protegen los datos personales de los colaboradores de acuerdo con la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares.

El cuerpo editorial de la revista está obligado a comunicar a los autores cualquier asunto relacionado con sus colaboraciones durante el proceso de evaluación y la producción editorial.

De los autores

Los artículos postulados deben ser producto de investigaciones originales e inéditos, no deben haberse publicado previamente por ningún medio impreso o electrónico, salvo repositorios personales y/o institucionales de difusión limitada. Asimismo, los textos no deben postularse de manera simultánea en otra publicación.

Los autores son los únicos responsables del contenido de los textos y de cualquier litigio o reclamación relacionada con los derechos de la propiedad intelectual, por lo que deben exonerar al cuerpo editorial de la revista.

Los autores deben otorgar toda la información relacionada con la investigación que sustenta el artículo, así como precisar si esta es parte de alguna otra en proceso o y si fue presentada en algún seminario o conferencia.

Los autores deben reconocer sus deudas científicas precisando de manera clara la procedencia de sus ideas, metodologías, fuentes, etc., con el propósito de que los lectores puedan consultar las mismas y contrastar, si lo consideran necesario, el uso que se ha hecho de ellas.

Del proceso de evaluación por pares

Los artículos postulados son dictaminados de forma anónima por al menos dos pares académicos expertos en el tema del artículo. Los evaluadores son sugeridos por los miembros del Consejo Asesor y el Comité Editorial. En caso de existir discrepancia entre las evaluaciones, el texto se envía a un tercer árbitro cuya decisión define el dictamen final. El Consejo Asesor y el Comité Editorial se hacen cargo de asegurar una evaluación justa e imparcial, evitando así dictámenes laxos o tendenciosos.

Los autores deben asegurarse de que el artículo y los archivos complementarios no contengan metadatos o marcas que pongan en riesgo su anonimato, esto permitirá un proceso más ágil al procurar una evaluación anónima.

El editor dará a conocer al autor el resultado de los dictámenes con los comentarios, sugerencias y observaciones de los evaluadores en un plazo máximo de doce semanas a partir de la fecha de recepción del original. El resultado de la evaluación es inapelable en todos los casos.

Cuando el resultado de las evaluaciones se condiciona, el editor solicitará la reelaboración del manuscrito con base en las indicaciones de los evaluadores. Los autores tienen derecho de réplica, por lo que pueden argumentar sobre los aspectos de los dictámenes con los que no estén de acuerdo, así como optar por retirar su artículo del proceso de evaluación.

Las versiones corregidas deben remitirse en un plazo no mayor a ocho semanas una ves dadas a conocer las modificaciones solicitadas. El texto reelaborado se enviará a los especialistas que lo arbitraron para que constaten que se atendieron sus sugerencias o en su caso dar a conocer la réplica correspondiente. Una vez que la segunda versión haya sido aceptada por los pares académicos no podrán hacerse nuevas modificaciones, con excepción de la adaptación a las normas para la entrega de originales de la revista.

Las reseñas no se someten a evaluación.

De los dictaminadores

El dictaminador se compromete a realizar la evaluación en el formato y el periodo establecidos. En caso de no poder cumplir con lo dispuesto deberá declinar la petición de dictamen.

Cuando el evaluador identifique la autoría del manuscrito debe rechazar la invitación del Editor para su revisión, de esta manera el editor asignará un nuevo dictaminador.

Cuando los evaluadores encuentran en los artículos indicios de conductas inadecuadas como: plagio, autoplagio, uso excesivo de la autocita, datos falsos o manipulados, citas erróneas o inadecuadas, doble envío de manuscritos, entre otras, deben informarlo al editor, quien lo dará por rechazado indicando la razón.

Asimismo, si una falta de las anteriores se descubre en el transcurso de la producción editorial el artículo en cuestión se retirará. En caso de que suceda una vez haya sido publicado el artículo, este se suprimirá de la versión electrónica.

Los evaluadores deben guardar discreción absoluta, lo que significa abstenerse de difundir o comentar los trabajos recibidos para dictaminar.

El editor se compromete a responder con rapidez y de manera razonada a cualquier queja de autores, evaluadores o lectores que se considere pertinente. En caso de conflictos graves el editor someterá el problema a discusión con los miembros del Consejo Asesor y el Comité Editorial, de manera que la decisión que se tome sea colegiada.