Am. Lat. Hist. Econ., año 19, núm. 1(37), enero-abril, 2012, pp. 242-245. http://alhe.mora.edu.mx/index.php/ALH
Reseña
Carlos Marichal,
Nueva historia de las grandes crisis financieras. Una perspectiva global, 1873-2008,
México y España, Editorial Sudamericana/Debate, 2010, 420 pp.
Durante las últimas dos décadas la historia económica en México, como ciencia y área del conocimiento que reúne a un creciente grupo de investigadores de diferentes partes del mundo con intereses similares, ha sido impulsada por figuras científicas clave que le han dado un renovado sentido y han captado el interés en el ámbito internacional. Entre ellas por supuesto destaca Carlos Marichal, quien ha sabido de manera brillante cultivar esta ciencia social y simultáneamente colaborar en la creación de una estructura organizacional indispensable para todos aquellos interesados en conocer el funcionamiento del sistema económico de México a través del tiempo: me refiero a la Asociación Mexicana de Historia Económica donde funge como secretario del Consejo de Honor. Por más de 30 años Marichal se ha dedicado al estudio de las finanzas y de los sistemas bancarios en América Latina con un especial énfasis en México, muestra de ello es la exitosa obra denominada Historia de la deuda externa de América Latina1 o el prestigioso trabajo de Bankruptcy of Empire, Mexican Silver and the Wars between Spain, Britain and France, 1760-1810,2 así como un sinnúmero de artículos que versan sobre el binomio sistemas financieros y banca. Su libro más reciente y que ahora reseñamos ha levantado bastante interés entre las comunidades vinculadas con la economía, la historia, las finanzas y en aquellos sectores sociales interesados en simplemente voltear al pasado para entender lo que actualmente acontece a sus alrededores.
Con el fin de dar paso a la presentación de la obra, me gustaría lanzar una atrevida hipótesis que servirá de hilo conductor; además, puede suscitar el debate sobre la naturaleza de las grandes crisis financieras globales a través del tiempo. Dicha hipótesis nació mientras leía este interesante libro, a saber: las principales crisis financieras que ha sufrido el sistema capitalista de producción, de manera especial aquella de 1929 y la pasada de 2008, se han desencadenado en un contexto donde se concibe el sistema financiero internacional como organismo y no como organización. La primera postura se sustenta en la capacidad de los mercados financieros de autorregularse bajo una concepción cuasi teológica que implica la participación de la mano invisible o la misma espontaneidad del sistema; mientras que el segundo pensamiento involucra la participación consciente de diversos actores con intereses comunes que se ponen de acuerdo con la finalidad de establecer los medios para alcanzar ciertos fines, aun cuando las rutinas tengan cierto toque de espontaneidad, estas responden a contratos (formales o informales), previos y explícitos. Iniciemos nuestro recorrido por la Nueva historia de las grandes crisis financieras.
Carlos Marichal tiene un agudo sentido del devenir histórico, es decir, la estructura misma del libro nos refleja que es un proyecto de investigación que nació hace tiempo y no fue fruto del acalorado verano y gélido otoño de 2008 (en términos financieros). Los primeros cinco apartados así lo demuestran, el sexto y el epílogo creo que no pudieron caer en mejor coyuntura. En el primer capítulo, que se apega a la tradición de entender el proceso de globalización como un fenómeno de larga duración y no algo nuevo, nos expone las crisis financieras propias de la época del capitalismo clásico de inspiración liberal entre los siglos XIX y XX, época en la que adquirió sus principales rasgos fenotípicos. En el siguiente apartado entra en juego la primera parte de nuestra hipótesis; es decir, en el capítulo dos explica con lujo de detalle las principales circunstancias que darían como resultado la famosa crisis de 1929 y como corolario la depresión de los años treinta, eventos que cambiaron la fisonomía del sistema capitalista. En el tercer capítulo se asoma de nuevo la segunda parte de nuestra hipótesis, cuando analiza el surgimiento del entramado institucional desde la perspectiva económico-financiera que sostuvo al mundo durante la época dorada del capitalismo, gracias a una serie de acuerdos que se lograron entre las principales potencias vencedoras de la segunda guerra mundial. En el apartado cuatro entramos en otra etapa de crisis caracterizada por la desconfianza, la falta de compromiso de los principales actores, así como los evidentes desgastes de acuerdos relativamente rígidos que dieron poco espacio para la negociación. El impacto en los precios del petróleo en 1973 resulta ser uno de los principales hechos que transformarían nuevamente las finanzas en el ámbito internacional, en esta ocasión no sólo del capitalismo, sino también del socialismo real de tipo soviético. El capítulo cinco se dedica al análisis de la globalización financiera de inspiración neoliberal, de nuevo se asoma la primera parte de nuestra hipótesis, pero ahora con un aire renovado y mucho más complejo desde el punto de vista económico, político y filosófico: me refiero al neoliberalismo. En este periodo son palpables, gracias al análisis histórico del autor, las primeras manifestaciones de una profunda crisis global, cuyos elementos toman mayor relevancia en el capítulo seis dedicado exclusivamente a narrar y analizar el desenvolvimiento de la crisis económico-financiera de 2008 y 2009. El libro concluye con un epílogo donde se retoman los principales elementos del camino recorrido a fin de hacer un balance global donde nuestra hipótesis toma mayor solidez. Otros elementos que fortalecen la obra son precisamente el anexo estadístico y el diseño de una página en Internet con la finalidad de orientar a los lectores que quieran profundizar más sus conocimientos sobre el tema http://historiadelascrisis.com.mx.
Ahora veamos algunos pasajes concretos de la obra con la finalidad de someter nuestra hipótesis a las evidencias encontradas en el texto. La Nueva historia de las grandes crisis financieras tiene el sello de la época, es decir, difícilmente los especialistas más serios del sistema soviético abandonarían la idea de que este sistema vería su fin una vez iniciada la tercera guerra mundial; nunca se imaginaron que sería el 9 de noviembre de 1989 tras la caída del muro de Berlín, evento por demás sorpresivo. Algo similar ocurrió con la crisis financiera global desatada en 2008, ya que ningún estudioso del sistema financiero internacional dejaba de considerar que la próxima crisis con alcances mundiales se gestaría en el tercer mundo. De igual forma resultaba complicado abandonar la idea de que el desarrollo y la pobreza son fenómenos exclusivos de los llamados países subdesarrollados; también pocos especialistas, o en su defecto ninguno de ellos, consideró que el socialismo de mercado se desenvolvería en China. Asimismo que el neo-liberalismo sería rescatado como alternativa viable por el Estado, hechos que en su conjunto han terminado con importantes paradigmas construidos durante las últimas décadas. Además, nos han mostrado la incapacidad de predicción de la economía, en particular, y de las ciencias sociales, en general. La economía como ciencia experimental sigue siendo un mito, sobre todo, cuando se deja de lado la historia. Lección básica pero sumamente importante que se puede aprender en la obra de Marichal cuando nos narra la súbita aparición de la crisis financiera de 2008.
Un síntoma claro de la enfermedad financiera que es susceptible de desembocar en una crisis es la concentración del ingreso y el incremento de desigualdades, tendencia generalizada en diferentes partes del mundo que prepara el camino del calentamiento financiero global: más crisis y con mayores profundidades. Dichos efectos tradicionalmente habían sido mitigados mediante los acuerdos y la coordinación entre diferentes actores, en ese momento el sistema financiero se concebía como una organización susceptible de moldearse de acuerdo con los intereses de los diversos participantes. A través de la historia estos actores aprendieron el saber qué, pero de igual forma aprendieron el saber cómo, aparentes sutilezas del lenguaje que, si no son tomadas en cuenta, pueden lograr una participación coordinada y eficiente o, en su defecto, desembocar en desastre económico de escala global. Por lo tanto, imaginar el sistema financiero con una compleja estructura organizacional multinivel (multilevelgovernance) es una forma de garantizar el funcionamiento sustentable de este en el largo plazo, además, mitigar las inherentes contradicciones de los sistemas liberales, y así evitar lo que el filósofo y economista italiano Luigi Einaudi consideraba como liberismo durante la primera mitad del siglo XX; es decir, un liberalismo irresponsable sustentado sólo en principios económicos de corto plazo, dejando de lado tanto el pensamiento político como filosófico. Historia similar que Carlos Marichal nos cuenta con un renovado y sólido argumento en torno a las crisis financieras globales.
Carlos Riojas López
Universidad Autónoma de San Luis Potosí
Centro Universitario de los Lagos-Universidad de Guadalajara
<riojas.carlos@gmail.com>
Notas
1 Madrid, Alianza Editorial, 1989.
2 Cambridge, Cambridge University Press, 2007.