http://dx.doi.org/10.18232/20073496.1541
Reseña

Claudio Katz (2024). América Latina en la encrucijada global. Batalla de Ideas

Alberto Maresca1, * image 0009-0000-3697-8092

1 Georgetown University, Center for Latin American Studies, Washington D. C., Estados Unidos

Correspondencia: aa2689@georgetown.edu

La pluma de Claudio Katz se liga estrechamente con la teoría marxista de la dependencia y el progresismo intelectual latinoamericano. En América Latina en la encrucijada global, Katz nos ofrece una radiografía económica y política de América Latina, procurando conectar algunas tendencias históricas con la actualidad de la región. El libro se divide en cinco partes y catorce capítulos, donde la vasta experiencia del autor permite una hábil mélange entre el rigor académico y el activismo político. Dicha estrategia se demuestra coherente en este profundo texto donde Katz procura alternar miradas a escala macrorregional y enfoques más específicos sobre países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Cuba, México y Venezuela, entre otros.

El objetivo del libro parece ser redescubrir la relevancia de las fallas estructurales en el subdesarrollo latinoamericano para entender los efectos políticos y económicos en una región disputada. Empezamos con una fundamental sección introductoria, en la cual Katz se detiene sobre los acontecimientos del siglo xix en las Américas. Allí encontramos importantes reflexiones sobre la Doctrina Monroe, respecto a la hegemonía económico-comercial que Estados Unidos supo imponer sobre América Latina y el Caribe.

Katz implica que el imperialismo estadunidense tenía el objetivo geopolítico de alejar a los imperios europeos de Latinoamérica, pero también hubo una proyección financiera mediante la protección de sus intereses empresariales frente a los Estados latinoamericanos y otros competidores. Las invasiones ocasionadas en el Caribe y Centroamérica aumentaron el diferendo entre el desarrollo estadunidense y el latinoamericano, con el auge yanqui reforzado por el monopolismo de las empresas estadunidenses en rubros esenciales para la agricultura y la minería de América Latina. La postura de Katz sobre el impacto económico de los imperialismos español, británico y estadunidense, coincide con las célebres descripciones de Galeano (2004) sobre el desenvolvimiento tardío de economías extractivistas como la boliviana, con las minas de Potosí forzadas a la exportación agotadora hacia el Norte Global, en lugar de promover el desarrollo nacional. Sin embargo, la originalidad analítica de Katz se encuentra en comparar la actitud estadunidense frente al avance de China en la región con el monroísmo. De esta forma, el libro conserva su fidelidad a la teoría de la dependencia, advirtiendo sobre logros y peligros de la presencia de China en tanto que primer inversor de varios países latinoamericanos. Queriendo retomar las visiones de autonomía y diversificación en las relaciones internacionales, podemos ver que Katz aboga por una reforma de la política exterior latinoamericana frente a Pekín, para evitar tanto los recelos del Norte Global como la ilusión de la gratuita beneficencia de la inversión china. En los apartados sucesivos, Katz logra definir que el subdesarrollo latinoamericano no es solamente producto del imperialismo europeo y estadunidense.

El elemento político acompaña el económico, para ver cómo América Latina ha quedado atrapada por una oligarquía que ha prolongado, a lo largo de la historia, determinados vectores. El autor subraya el dominio oligárquico en el sector agropecuario, un aspecto central que ha dependizado esas economías a Estados Unidos. No obstante, las elites de América Latina promueven autónomamente privatizaciones y paquetes neoliberales, cada vez que, como en la Argentina de Javier Milei, haya la presencia de ejecutivos afines.

Pues, apreciamos la capacidad de Katz de retratar un panorama contemporáneo de la economía internacional en cuanto a América Latina, sin menoscabar los efectos de una historia que, en pleno estilo marxista, vuelve a repetirse. En este sentido, la encrucijada que Katz diseña para América Latina no se puede desasociar de la polarización dicotómica interna. La vinculación entre neoliberalismo y derechas, plurales por sus distintos grados de extremismo, produce modelos enfrentados de desarrollo económico y político. Los capítulos cinco, seis y siete tratan, de hecho, los planteamientos de las derechas latinoamericanas de cara a sus correspondientes internacionales. Vemos que, sustancialmente, el proteccionismo que desde la presidencia de Trump ha comenzado a predominar en el imaginario conservador, no es una prerrogativa para ciertos mandatarios latinoamericanos como Milei y Noboa. Katz nos está indicando que las derechas latinoamericanas aún siguen aquel mantra históricamente neoliberal de orden y libre mercado, donde la privatización se convierte en la otra cara de la mano dura, desde Pinochet hasta Bukele. Posiblemente, la naturaleza de este escrito de Katz revele al lector un espíritu más político que económico, para los seguidores de su prolífica producción previa. Este cambio en el foco analítico no ha de confundirse con una desvinculación entre política y economía para América Latina, que sería inimaginable para un economista de la trayectoria de Katz. Por esta razón, resulta cabal entender los argumentos del autor sobre la competencia entre derechas e izquierdas, ambas plurales, en la historia reciente de América Latina. En el libro percibimos una crítica, con varios matices, a los modelos económicos del reciente progresismo latinoamericano al gobierno. Cabe mencionar el ejemplo de Brasil, que Katz estudia ampliamente con referencia a los mandatos de Lula y el reaccionarismo de Bolsonaro.

La coincidencia del primer Lula con otras victorias izquierdistas en Sudamérica, junto con el alza en el precio de las commodities, dieron una agencia para la gestión económica que no se ve repetida ahora, con un Brasil económicamente más liberalizado y obligado al compromiso con la derecha prevalente dentro del agribusiness exportador. Si consideramos las visiones de Katz sobre el progresismo económico de Alberto Fernández en Argentina, Boric en Chile y Petro en Colombia, podemos trazar similitudes con los aportes de Amin (1999), según el cual el liberalismo internacional posterior a la guerra fría se habría apoderado de las economías periféricas, en el Sur Global. Las supuestas fuerzas del mercado que dirigen la globalización liberal yacen en el neoliberalismo todavía presente en América Latina. Para Katz, si el binomio empresariado-derecha ha indudablemente confirmado lo expuesto, como demuestra haber sido el caso de Macri en la Argentina, la encrucijada actual incluye algunos sectores de la izquierda latinoamericana. No es más una primacía del golpismo conservador que azotó a Bolivia en 2019; la reproducción del capitalismo liberal ampara incluso a la izquierda moderada. Históricamente, sabemos que el periodo subsiguiente a la segunda guerra mundial introdujo al Fondo Monetario Internacional (fmi), en tanto que rector de la liberalización económica en América Latina.

Katz lleva a intuir que la dominación del fmi no se limitó a la década perdida y a los procesos de la reestructuración de la deuda externa, entre los años 1980 y 1990. La deuda externa sigue siendo un flagelo para el Producto Interno Bruto (pbi) de gobiernos latinoamericanos a las antípodas ideológicas, siendo el caso de Argentina, Chile, El Salvador, Nicaragua o Uruguay, viajando entre el 44 y el 85% del pib (Cepal, 2024). Incluso los detractores de la teoría de la dependencia podrían reconocer que estos datos comprueban los argumentos de Katz. La parte III del libro relata los frenos a la soberanía financiera de la región, “por el endeudamiento y el control que ejerce el fmi sobre la política económica de numerosas naciones” (p. 210). Este punto sirve para teorizar la complejidad de las condiciones corrientes en Latinoamérica. No presenciamos un simple clivaje entre izquierda y derecha, o capitalismo y socialismo. Los modelos políticos y económicos han asumido variantes y derivaciones que complican la mirada radiográfica respecto al continente. La prosa de Katz ayuda eficazmente en esta tarea, alternando el léxico económico a un respiro de corte divulgativo, pudiendo atraer tanto expertos como nuevos interesados en las dinámicas latinoamericanas. Adentrarse en las facetas de la economía política y sus aplicaciones en América Latina, a la luz de los contrastes políticos, tal vez violentos, conlleva un amplio esfuerzo epistemológico. El autor toma este compromiso sin reticencias, discutiendo temas espinosos para la izquierda latinoamericana: Venezuela, Nicaragua y Cuba.

En cuanto a Venezuela, Katz reconoce apropiadamente la inhibición de la economía venezolana, producto de las sanciones estadunidenses que, desde 2005, han empezado a afectar individuos y sectores económicos venezolanos, con particular atención a la producción petrolera. La incautación de la empresa citgo y las sanciones a la estatal Petróleos de Venezuela, pdvsa, son elementos que Katz evalúa constantemente en su análisis sobre la crisis venezolana, concretamente en conexión con la caída del pib. Ahora bien, el autor articula sabiamente apartados de crítica hacia la dependencia de la política en Venezuela respecto al valor internacional del petróleo, y sobre la dolarización informal que Caracas está padeciendo. El conocimiento de Katz acerca de la epopeya bolivariana es útil para comparar logros y errores de un sistema político ligado a doble hilo con la economía internacional, cuyas dificultades económicas ven respuestas de resurgimiento en colisión con las trabas políticas internas y externas.

Política y económicamente, Katz debate con varios argumentos la cuestión nicaragüense. Se subraya aquí su narración sobre la transición del sandinismo al mandato personalista de Ortega, “con una nueva estructura amoldada al capitalismo. Estableció alianzas estratégicas con el empresariado, adoptó las medidas exigidas por el fmi []” (p. 249). Nicaragua es uno de los abordajes geográficos donde Katz más agudamente complementa la crítica política con el estudio económico, mirando al proceso de un movimiento marxista y anticapitalista en sus inicios, seguramente debilitado por las sanciones del Departamento del Tesoro estadunidense, pero ahora en viraje hacia otro enigmático modelo de Estado. Finalmente, el libro no olvida la centralidad de Cuba en el ejercicio radiográfico frente a una Latinoamérica en disputa. Katz muestra correctamente la difícil condición que La Habana enfrenta desde el periodo especial, con un pib en aguda desaceleración y la obligación, por la Ley Helms-Burton que estremeció el bloqueo yanqui, de buscar con enormes desafíos la provisión de alimentos necesarios para la población cubana. Katz no predica un mero optimismo ilusorio o ideológicamente utópico, dada la crisis tangible que está viviendo Cuba. Al contrario, ofrece elementos satisfactorios para mirar a la urgente necesidad de pensar una política económica apta para que las victorias de la revolución no caigan bajo los escombros del capitalismo neoliberal. Katz debate analogías y diferencias con otros sucesos de renovación socialista, ejemplificados en China y Vietnam, para tomar experiencias empíricas a considerar cuando analizamos los senderos futuros donde Cuba pueda encaminarse.

Queriendo ampliar la extensión del libro, o indicar futuras líneas de investigación que se inspiren en esta obra de Katz, sería apropiado abarcar el papel de otros actores internacionales en América Latina. La encrucijada global vive de la multipolaridad que, desde las relaciones internacionales y la economía política internacional, puede trabajarse observando la actividad en las Américas de China, Irán, Rusia, Turquía y el mundo árabe. Terminando la quinta parte, Katz se detiene en estos temas también, reflexionando sobre el camino de aquel Sur Global que, desde 1955 en adelante, ha intentado salir de su relación de dependencia en el sistema mundo.

México propicia a Katz una oportunidad para ubicar la integración comercial y política en Latinoamérica en relación con la globalización económica. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte, tlcan, se discute por su impacto entre los movimientos sociales latinoamericanos, los mismos que a comienzos de este siglo se movilizaron para rechazar el Área de Libre Comercio de las Américas, alca. El texto se despide dejando preguntas abiertas en cuanto a esos procesos, y al papel de las mayores economías latinoamericanas: Argentina, Brasil, Chile y México, que desde su posición de semiperiferias tienen la responsabilidad de marcar el progreso, o el retroceso, de la emancipación latinoamericana. Katz aclara, con esta obra, que el imperialismo no es una reliquia del pasado, y que sus entramados capitalistas siguen dictando el camino de América Latina. La teoría marxista de la dependencia se traslada de la guerra fría al día de hoy, proponiendo un resumen de los problemas aún subsistentes en las economías latinoamericanas, con articulaciones significativas entre los sistemas políticos de la región. Para los aficionados al tema argentino, Katz honra su misma procedencia con un apéndice final que recompone la estructura del subdesarrollo argentino, desde el origen del eje agroexportador hasta los periodos neoliberales. La Argentina de Milei representa, para Katz, una clase de retorno a un mecanismo político-económico que ha generado desigualdad y dependencia, derramando sus implicaciones en la pérdida de soberanía para un país rico en recursos naturales y capital humano. El último libro de Katz provoca preguntas e invita al cuestionamiento de los paradigmas históricos y presentes de la economía política latinoamericana. La integración latinoamericana es la ausencia que la obra anhela y, que de hecho, ha permitido la hegemonía capitalista y la permanencia de las desventajas estructurales que avalan el dominio imperialista. La dependencia de América Latina de cara al Norte Global no es, para Katz, una condena definitiva. La multipolaridad que Katz destaca es un punto de partida para que Latinoamérica no quede debilitada y divida en la encrucijada global. El trabajo de Katz podría aplicarse a estudios sobre el grupo de los brics, el g77 y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (opep), en tanto que foros multilaterales para la construcción de un Sur Global solidario y consolidado, donde América Latina cuente con las alianzas necesarias para enfrentarse al dominio del capitalismo occidental.

Los recursos bibliográficos que Katz utiliza otorgan diversidad y riqueza a sus planteamientos, como las contribuciones al marxismo teórico de Néstor Kohan y el componente internacionalista de Atilio Borón. El ámbito económico se beneficia de los aportes de la teoría de la dependencia del propio Claudio Katz y de intelectuales del calibre de Luis Vitale. Otras referencias relevantes proceden del economista Enrique Dussel Peters y del exvicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, junto con varias fuentes periodísticas esenciales para la descripción de la actualidad latinoamericana. América Latina en la encrucijada global es un libro de actualidad, para comprender que los problemas políticos y económicos de la región descansan en un pasado que mantiene su legado negativo. El elitismo, la oligarquía y el imperialismo siguen imponiendo políticas de subdesarrollo para América Latina, donde la dependencia hacia el Norte Global parece ser aceptada y promovida por las derechas.

El tablero geopolítico contemporáneo convoca, desde la perspectiva progresista, a salir del presentismo ciego que descarta la influencia de la dependencia colonial en los acontecimientos actuales de la región. Los asuntos económicos se entrelazan con la polarización política que Katz sabiamente identifica en la contemporaneidad, recordando una historia de influyente presencia en Estados y pueblos latinoamericanos.

Un libro altamente recomendado para transportarse en la multifacética situación que vive América Latina, mediante la experiencia de un Claudio Katz que esta vez nos regala un texto de alta contribución política, pero fehaciente de un sólido análisis económico, procedente del marxismo latinoamericano y de la teoría de la dependencia.

Lista de referencias

Amin, S. (1999). Regionalization in Response to Polarizing Globalization. En B. Hettne, A. Inotai y O. Sunkel (Eds.), Globalism and the New Regionalism (pp. 54–84). Palgrave Macmillan. https://doi.org/10.1007/978-1-349-27268-6_3

Cepal. (2024, 1 de julio). Deuda externa total como porcentaje del producto interno bruto. CepalStat. https://statistics.cepal.org/portal/cepalstat/dashboard.html?lang=es&indicator_id=746&area_id=473.

Galeano, E. (2004). Las venas abiertas de América Latina. Siglo XXI.